En el trabajo de la restauración es sumamente importante el conocimiento de los materiales con los que se va a trabajar y también tener la máxima flexibilidad y adaptarse a los posibles imprevistos con los que nos vamos a encontrar.

Muchas veces el soporte de la pieza a restaurar está mucho peor de lo que imaginábamos y su manipulación pone en peligro la pieza amenazando con causarle mayores desperfectos de los que tenía, nuestros técnicos han de ingeniárselas y a veces construir un mecanismo "personalizado" con el que facilitar la manipulación de en este caso grandes piezas, es nuestro objetivo trabajar con la máxima seguridad y proteger en lo posible la pieza que estamos manipulando.

En las fotografías podéis ver como  hemos construido un puente grúa a medida utilizando cuerpos de andamio y un polipasto manual, los 80 kg aproximados de cada pieza se pueden manipular fácilmente sin peligro de que se nos rompa la pieza, así podemos mantenerla horizontal encima de una superficie completamente plana y estable.

En esta fase los trabajos se realizan en el taller, se debe retirar el material de agarre de las piezas de mosaico ya que este se encuentra muy disgregado, es un trabajo lento ya que debemos hacerlo con mucho cuidado para no estropear el mosaico y además retirar el hierro que armaba todo el conjunto y sustituirlo. Más tarde rellenamos con un mortero ligero con ello conseguiremos quitarle peso al conjunto.

Después de estos primeros trabajos que pretenden dar consistencia y sanear el conjunto la mosaicista Livia Garreta procederá a restaurar los mosaicos ya sin peligro de que las piezas puedan romperse.